Quinta parte (... Entonces lloramos)
En esa reunión acordamos que nos mantendríamos en contacto y me paso el teléfono de la casa donde vivía con Carmen, su madre (todavía no existían los celulares). Allí los visitaría en el año 1982 junto con otra chica llamada Ana -si no recuerdo mal- para que nos muestre el nuevo Lp antes de que saliera a la venta. Pasaba algo curioso y era que Liliana (hija del productor) insistía con que le diera la lista de los fans, cosa que nunca hice y cuando Alejandro se enteró, tomó las riendas del asunto y enojado la llamó para que no insistiera con eso y dijo que “eso se iba a solucionar de otra manera” (Alejandro y Miguel estaban pensando dejar la productora). Así fue como comenzó el club y la amistad entre Alejandro, Miguel y yo. No puedo terminar esta historia sin hacer la mención especial de alguien que con sus extraordinarias condiciones y constancia, tuvo la idea en aquel momento e incluso después de la muerte de Alejandro, de hacer por ejemplo, revistas artesanales sobre Pastoral. Esa persona es Javier Fernández.
La partida de Alejandro nos quebró a todos. Seguramente cada uno de nosotros tiene su propia vivencia de ese día que se tiño de oscuridad al recibir la noticia. Reinó la desorientación y lo que nos unió entonces fue el dolor. Tal vez por eso y por el hecho de que sabíamos de su roll fundamental en el dúo, insistíamos en que Miguel Ángel continuara el camino iniciado. Pero él decidió que no era el momento y tomó un vuelo a España en 1985 quedando el club devastado al igual que cada uno de sus integrantes.
Tengo tantos recuerdos, encuentros con ellos en los distintos viajes, intercambios, y algo que muy pocos saben. Se relaciona con la chica que viajaba con Alejandro en el coche el día que falleció en el accidente, vino a mi casa después de un tiempo y me contó lo ocurrido esa noche fatal. Pero eso es otra historia que contaré algún día ya que es muy fuerte para mi...
Claudio Gagliardi
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